Manuel Quijano, álma máter de Café Quijano publica su primer disco en solitario el próximo 16 de abril.
A partir de ahora lo conoceremos como Quijano, a secas; su disco llevará el título de Vidas y venidas.
Sin prisa, relajado y entre las dos costas de los Estados Unidos, así grabó Quijano un álbum con once nuevos perdones, porque, sobre todo pide perdón, por amar con fallo o por presumir de vividor.
Incluye temas como Cinco Letras, una balada; La Magdalena, el primer single, anunciado con chicle de fórmula sencilla en la composición; una simpleza compleja.
Retratos en blanco y negro, El golfo; en colores cruzados, El formal o en tonos pastel y medio dramáticos, El arrepentido.
Sonidos de sofá mirando al techo y examen de conciencia masculino, Te pido perdón o sinceridad en grado máximo, realidad dolorosa pero contexto sigo XXI, Esto es amor
.
Sólo te puedo decir; es playa, hoguera, guitarra y tópico pero es una caricia, eso es esta colección de deseos de pensamiento, de añoranza, de nostalgia.
Besos con versos explica sueños y pide una oportunidad, la de amar a lo bestia, a lo infantil pero maduro. Un solo largo y luego "quiero dejar que me apriete tu mano, aunque pasen cien años, cuando sea un anciano y no pueda ni andar
".
Paco es morbo y bar, guitarra barítona, Tarantino Sound, tufo fronterizo. Hay momento para el fútbol en La balada del futbolista.
Quijano escribe la letra y la música. También toca en sus canciones, las arregla, las produce.
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